¿Qué es La Pesca? Muchos responderán rápidamente que La Pesca es capturar peces. A primera vista esta es la finalidad de esta actividad. Esta también puede ser la visión prosaica y nada poética, de quien por obligación ha de practicarla, es decir, el marinero profesional, sujeto a un duro y peligroso trabajo que ha de realizar día a día y en las condiciones a veces menos deseables, para proporcionarse su sustento y el de su familia. En este caso La Pesca, nuestra querida Pesca, se torna con frecuencia una compañera poco amable, soportable tan solo por la pasión por la mar y casi la instintiva necesidad de ella que siente el marinero.
Para nosotros es algo diferente. No supone en general una obligación. Nos hemos liberado de la ancestral necesidad de tener que hacerlo nosotros mismos para sobrevivir, Aunque quizás en el fondo, inconscientemente, gracias a algún remoto lugar de nuestra memoria instintiva, nos veamos impulsados a seguir practicándola, si bien con una perspectiva distinta.
De esta forma, esta antigua obligación, este antiquísimo “trabajo”, se ha convertido en una actividad lúdica para nosotros.
Pero ¿Existen modalidades de Pesca? ¿Existen pesca de río y de mar? No. Simplemente existe, La Pesca, es decir, esa relación entre el hombre que pesca y sus “contrincantes”, los peces. Yo lo veo así. Las especies de peces son diferentes, sí, unas a lo mejor nos proporcionan más diversión que otras por sus características, también, pero existe una íntima satisfacción en el momento en que sentimos que algo vivo nos provoca un ligero sobresalto y se nos manifiesta oponiendo resistencia a recoger nuestro aparejo y traerlo hacia nosotros. Este momento, casi mágico, es para mi independiente del pez que ha aceptado nuestro engaño. Esto es más evidente en los lugares donde existe gran variedad de especies, donde además, a esa emocionante sensación de haber capturado algo, se suma la incertidumbre por saber que es lo capturado.
¿Y acaso es La Pesca solamente capturar peces? Desafortunadamente habrá personas para los que este arte sea solamente eso, quizás para saciar un apetito voraz, caprichoso y culinario. Pero para la mayoría de nosotros La Pesca es algo más. Y seguramente para casi todos, más importante que saciar nuestro apetito. Para la mayoría es el contacto directo con la Naturaleza, sobre todo para quien por sus circunstancias tiene que vivir algo apartado de ella, es la sensación de soledad buscada intencionadamente y no impuesta, acompañada por el murmullo del viento, de las hojas, de las ramas de los árboles, por los olores inaccesibles en otros lugares, que parecen saturarnos la nariz. Por el estruendo del mar golpeando los salientes rocosos y pintando la costa de blanco, por el canto de las aves que nos llegan a veces como para despertarnos de un momento de estupor, por el silencio impresionante y en ocasiones “ruidoso” que se escucha en lugares solitarios, aunque el río no cese de fluir acariciando las orillas y su vegetación y las olas del mar se acerquen constante y regularmente a nosotros.
Es La Pesca ensimismarse mirando un flotador de corcho en el agua, esperando que repentinamente cambie su curso natural o se aleje de nosotros camino del fondo, ensimismarse, centrando nuestros sentidos en él, de forma que parecemos quedarnos sin oído, sin olfato, casi sin tacto, con la vista y todo nuestro ser volcado en el pequeño artilugio. Es La Pesca sentir como nuestro señuelo de metal o nuestra mosca ficticia derivan río abajo y súbitamente se detienen comenzando a adquirir vida propia y movimientos contrarios a lo que sería su lógico discurrir.
Y por fin también es Pesca, ese rato que algunos con compañeros, con amigos, consumen al lado de un buen vino y de una sabrosa comida, Ese tiempo en el que se habla de los peces que más satisfacción nos han provocado, de la técnica o el ardid que cada uno ha descubierto y al que atribuye poderes semimágicos, de los tiempos en que todo parecía más abundante, de la vida cotidiana, de las próximas escapadas, de los compañeros ausentes……………
Permitidme terminar con una humilde recomendación, aunque estoy seguro que muchos ya lo hacéis. Dejad la caña apoyada en un árbol, dejad de pescar unos instantes, centrad los sentidos con atención en todo lo que os rodea, y durante ese tiempo estaremos viendo un mundo menudo a veces, del tamaño de una hormiga y grandioso cuando contemplamos atentamente el paraje donde nos encontramos. Esto también es La Pesca.
Saludos

Rio Luna (León)

Cabo Vidío (Cudillero-Asturias)