La Asociación Oro Verde y voluntarios de la Universidad de León plantaron brotes en la escollera
Si esta iniciativa fructifica, CHD la exportará a otros valles de la cuenca del Duero
La Asociación Oro Verde, dentro de las actividades organizadas para el estudio y la restauración del hábitat de la trucha común en el río Omaña, realizó la tercera fase del programa, enmarcado bajo el título de La reina del Omaña . La asociación contó para la restauración medioambiental de un tramo de las escolleras del río, entre las localidades de Las Omañas y San Martín de la Falamosa, con voluntarios procedentes de la Universidad de León. Los colaboradores eran estudiantes de la titulación de Técnicas Medioambientales y Biología, que también estuvieron acompañados de varios profesores y técnicos en repoblación arborícora.
Este programa es una actuación pionera, que de tener un resultado positivo, la Junta de Castilla y León y otras entidades como la Universidad de León y Confederación Hidrográfica del Duero, lo exportarán a otros lugares de la cuenca del Duero para la rehabilitación medioambiental de todas las escolleras que se han colocado en los cauces de los ríos para prevenir las crecidas.
La actuación de la asociación y de los voluntarios, que ejecutaron esta práctica el pasado sábado, consiste en la repoblación forestal con especies autóctonas de las riberas de los ríos. Los voluntarios plantaron los brotes de las plantas entre los huecos de las piedras que componen la escollera. Las plantas que crecerán en la zona del río Omaña serán, principalmente, de las especies de sauce y aliso.
El objetivo del programa es, por un lado, minimizar el impacto visual de la piedra en el entorno del río una vez brotadas las plantes y permitir que se desarrolle toda la fauna piscícola de la fauna en esos lugares afectados por el programa.
Doble objetivo
Los técnicos de la Universidad de León señalaron que esta técnica permitirá además salvaguardar la escollera, ya que el crecimiento de vegetación entre las rocas minimizará el efecto de las crecidas del río y de la fuerza del agua sobre ellas.
Los brotes fueron recogidos de una zona próxima a la escollera, para continuar con las especies propias del lugar.
Los universitarios habían recogido días antes las semillas, que posteriormente trataron en sus laboratorios para garantizar su crecimiento y que prendieran entre las rocas.
El programa contempla que una vez restaurado el entorno fuera del río se mejorarán las condiciones para la reproducción de las truchas, ya que dispondrán de más alimento ya que las plantas atraerán a un mayor número de insectos que servirán de sustento para los peces y para preservar el hábitat que requieren.