Julio y agosto meses por excelencia de las vacaciones estivales,y por lógica tiempos de pesca al tener más tiempo libre.
En mi memoria estan aquellos veranos en que siendo un chavalin ivamos a pescar y pasarlo en grande a la orilla del río.Tenias que estar con alguien que te llevara y contar con la autorización de tu padre que muchas veces no te daba para desilusión tuya,en mi caso al ser mi padre pescador no tenia problema pues ivamos con sus amígos o con mi tío, tambien pescador.
Nos levantabamos muy temprano para ir al sereno de la mañana y por lógica teniamos que acostarnos tambien temprano.Las fiestas del pueblo (25 de julio) no eran inconveniente para irse a la cama pronto pues el sacrificio lo valia ¡ir a pescar! al día siguiente,¡con que ilusión nos ivamos a acostar!....

Llegabamos al río y todo en nosotros eran nervios por lanzar al agua nuestro señuelo y empezar a pescar,disfrutabamos mucho más que ahora aunque no pescasemos nada la mayoría de las veces,pero todo tenia algo especial,el olor al rocio encima de la hierba,los cantos de los pájaros,el ver el sol salir entre los montes..... momentos en los que disfrutabas y te olvidabas de todo.Lanzabas la cucharilla una y otra vez y en cada lance iva una ilusión puesta que de vez en cuando se veia recompensada en forma de una bonita trucha.
Llegaba la hora del bocata y entre los amígos se comentaba la jornada y nosotros siempre atentos a las explicaciones de los más mayores que a veces contaban histórias que no podiamos casi ni creer de grandes truchas y en cantidad.
A la hora de la pluma disfrutabamos de lo lindo pues ver aquellas cebadas de aquellas truchas nos producian en nuestro interior un escalofrío que recorria todo el cuerpo,y cuando enganchabamos una gran trucha la emoción era enorme el corazón se nos ponia a mil pero no pediamos ayuda a nadie ,la queriamos sacar nosotros.
Algunas veces pascabamos 1 o 2 truchas más que los más mayores cosa que nos enorgullecia más si cabe y ellos se alegraban por ello,sobre todo porque pescabamos con los mosquitos que hacia alguno de la cuadrilla (en este caso mi padre).A aquellos moscos que más nos habian picado enseguida le deciamos al montador que nos hiciese más,que eran una bomba pescando y el montador al llegar a casa se ponia manos a la obra.
Luego si quedabamos al sereno y este era bueno eso era la guinda que culminaba nuestra jornada,los aromas del campo otra vez se dejaban sentir y los ruidos se acentuaban más,ranas culebras y otros bichos nocturnos se dejaban sentir para nuestro deleite.

Al llegar a casa y muy cansados ivamos rápido a enseñarle a nuestra madre nuestra pesca y no parabamos de explicala cómo las habiamos capturado,las que se nos habian escapado y toda nuestra jornada de pesca al completo ante la atenta mirada de ella sin decir nada ,y a pesar del cansancio ya estabamos con nuestra mente la jornada del día proximo.

Disfrutabamos de verdad, de la verdadera esencia de un día de pesca en verano con los amígos,por eso hoy en verano intento en la medida de lo posible revivir aquellos momentos de mis vacaciones cuando era un chavalin.
Todos seguro que tenemos unas bonitas vivencias en lo que a la pesca se refiere y para mi las más bonitas y que más se me quedaron fueron estas,las de las vacaciones de verano,contemos alguna bonita história vivida en esos veranos,todos tenemos la nuestra.

Saludos

Que bonitos recuerdos, habéis tenido, aquellos años de la niñez y pocos después, de la juventud vivida al lado del río.
Los recuerdos de vuestros mayores, que os enseñaron y avivaron la llama de esta afición.
Personalmente hecho de menos esas vivencias, ya que mi vida transcurrió lejos de los ríos en esa época, hasta que después de venir de la “mili”, ya comencé a tener contacto con algunos pescadores, y como no, terminé enganchado al acompañarles alguna vez.
Recuerdo cuando pesqué mi primera trucha, con caña de bambú blanco de casi 5 metros+además de un carrete Segarra, no sé como podía con aquel varal, pero aquel día en una de las primeras tiradas se me enganchó aquella trucha que tuvo la culpa de que ya nunca lo dejase. Fue en el río Orbigo, en Veguellina y a lombriz y todavía no había oído hablar de moscas ni ahogadas ni secas.
Por eso ahora no me extraña, la cantidad de pescadores que somos, es un deporte que engancha muchísimo, y hoy los medios y las técnicas están al alcance de la mayoría.
Me alegra y te deseo que esas vivencias se vuelvan a repetir y que con solo contemplar el campo, el río, el pueblo te traiga otra vez esos aromas y recuerdos, de tu vida.
Lo que será más difícil, y que pienso que no volverán son las descendientes de aquellas truchas hermosas y salvajes que daban vida a ese río, las razones todos las sabemos....
Bueno Chema os deseo que paséis unos días muy felices en este verano.
Un saludo

Gracias Chema de nuevo por la expansión narrativa de tus interesantes experiencias, relatos que son capaces de trasladarnos a ese punto donde convergen los sueños.

Pero mis vacaciones de niño y de siempre están asociadas al mar, siempre que puedo vuelvo al mar, a pescar si pero en el mar y me emociono siempre al verlo de nuevo.
Su olor, su sonido, su profundidad….Pescar desde la playa o desde el acantilado, desde embarcación o a la submarina…el mar….la mar da mucho juego.
El fantástico mundo submarino…silencioso, fresco, extraño y tenebroso …lleno de vida y color, misterio e incertidumbre, supervivencia y limite…si una vez experimentas y te sumerges quedas cautivo para siempre.
La tierra es toda vida
Y el mar es todo amor.
En el mar hay escondida
una fuerza más grande que la vida;
la tierra es criatura, y el mar es creador.
Todo el mar es misterio resonante
Y palabra inicial:
nada hay de espaldas a él, nada hay más adelante:
el mar es una eternidad constante
y un movimiento en lo inmortal.
(E. Marquina)

Saludos

buena narración CHEMA.
YO ,es el día de hoy que aparte de recordarlo,lo practico.
solo dispongo de tres semanas de vacaciones en verano, y una de ellas la dedico a las alusiones del post.
ya me queda poco para esa semana ,y os puedo decir que estoy de los nervios y ansioso.

salu2

Los que somos de pueblo y con ríos cerca lo teníamos toda la temporada.

Chema me ha gustado tu historia hay una cosa que comentas que es la que mas me ha gustado,la alegría con que disfrutabais ESOS SON LOS VALORES que se están perdiendo en la juventud de hoy, el disfrute con sus padres en el río, pues hoy a un niño lo engañas un día al día siguiente no vuelve, por ello debemos de cuidar las truchas para que nuestros nietos quizás nos den la satisfacción que no nos han dado nuestros hijos.

Un abrazo compañero

Tomas tienes toda la razón y yo diria más ojalá nuestros nietos vivan la pesca de la misma manera que la hemos vivido nosotros,con las mismas emociones y sensaciones.

Y te diré otra cosa que puede perecer una tonteria pero es verdad,a mi me gusta llevarme unas truchas para casa para poder degustarlas no te lo voy a negar,me gustan por vivir,pero es en los meses de verano julio y agosto cuando mi mente se transforma y no piensa en coger truchas para comerlas si no que es en esos meses cuando más disfruto de la pesca aunque haya días que no toque ni una y me venga a casa bolo, disfruto casi tanto o más que a principios de temporada cuando se dan bien a cebo y en ocasiones me paso las horas olvidadas pescando a pluma aunque no pique ninguna.Recuerdo aquellos veranos cuando era pequeño y todos aquellos momentos buenos y eso me llena.El verano tiene algo de especial que unido a la pesca lo hace más especial si cabe.
Ojalá todos pudieran vivir la pesca como la he vivido yo sobre todo los má jovenes.
Saludos.

Estimado Chema, bonito post, no te lo quiero estropear pero lo que primero me ha venido a la mente de las vacacones y el rio es otra cuestion que personalmente conozco por razones que no vienen a cuento. Cuando llegan las vacacines de verano y llega el momento de disfrutar de todo lo que habeis dicho, no lo voy a repetir poque lo habeis expresado con mucho sentimiento, tambien llega la "marabunta" y con ello quiero decir a todos los "del pueblo" que por circunstancias se fueron a trabajar fuera y a sus hijos que como vienen de la Capital a "su pueblo" piensan que llegan a enseñar a los "gañanes" como se hacen las cosas. Vienen, (por supuesto no siempre, la mayoria son gente normal)a vivir un mes en el pueblo y sus aledaños, rio incluido como si fuesen a su cortijo y quieren todo lo rural sin perder lo de la ciudad, el choque es brutal, lavo el coche donde me da la gana... esto es asi.. me lo van a decir a mi estos del pueblo...etc, etc. La segunda parte es la de las meriendas, total por unas truchas para hacer una fiesta... para una vez que vengo al año... ya lo limpiaran... me van a prohibir a mi... q

puta tecla. Que sabran estos... y un monton de cosas mas. Ademas de que con la depuracion existente multiplicar la poblacion varias veces es terrible para cauces secos. En fin no es por estropear el post, podemos y debemos soñar con todo lo que dices, Chema, pero las vacaciones traen muchas cosas que no son bienvenidas para el rio. Y repito que eso lo hacen una minoria, pero se nota
Saludos.