El Director General del Medio Natural, José Angel Arranz, ha presidido el Consejo de Pesca de Castilla y León, máximo órgano que informa la Orden por la que se establecen las normas reguladoras de la actividad y que suele publicarse a finales de noviembre. Pocas novedades en la normativa general ya que la trucha, de acuerdo con la Ley, sigue considerándose especie de interés preferente y, por lo tanto, se pescará sin muerte salvo en los cotos (de acuerdo con su reglamentación específica) y en los Arecs (Aguas de Régimen Especial Controlado).

Las fechas de apertura y cierre de la temporada no varían: desde el primer domingo de abril al 31 de julio en la zona norte que comprende las provincias de León, Burgos, Zamora, Palencia y Soria. El resto de provincias abrirán el tercer domingo de marzo.

Sí se han producido algunas novedades interesantes en los anexos provinciales, en los que suelen recogerse algunas peculiaridades. En el caso de León los cotos de montaña Felmín, El Castilla, La Omañuela y Villafeliz, se abrirán mas tarde, el 1 de mayo, y habrá dos días de pesca sin muerte. Los EDS de Santa Marina y Carrizo se ampliarán, el primero hasta el puente del Paso Honroso, aguas abajo, y el segundo hasta el puente de Carrizo, aguas arriba.

También se modifican los Arecs desdoblando el del Luna y creando dos nuevos, uno en el río Cabrera y otro en Puente Paulón, antiguo coto de La Bañeza. El sistema de elección también cambia, pues tan solo se podrán pescar 15 a lo largo de toda la temporada. La elección será personal y cada lunes tan solo se podrán solicitar dos para la semana y uno para la siguiente. Lunes y jueves serán sin muerte también en los Arecs abiertos a cualquier pescador. Una importante novedad se produce en el cangrejo señal, que podrá pescarse en todas las aguas libres y también en los Arecs y cotos los días en que no hay permisos. En todo caso cuando se publique la Orden definitiva haremos un extracto mucho mas pormenorizado.

Siembra la discordia

La utilización de la pesca eléctrica por parte de Medio Ambiente, parece ser que para realizar los estudios hidrobiológicos o para extraer reproductores o realizar sacas y redistribuir las poblaciones, está desatando una fuerte polémica que ya inunda las redes sociales. Aunque en medios oficiales se afirma que este tipo de pesca apenas produce bajas y es imprescindible en el estudio y control de las poblaciones trucheras, otras fuentes afirman que el daño es mucho mayor, especialmente en unas fechas en las que la freza está muy próxima.

Aficionados afirman que la microfauna que sirve de sustento a las truchas queda dañada y tarda años en recuperarse. En cuanto a la redistribución de truchas son todavía más categóricos: «Imagina que vas por León, te sueltan un electrosok y te sueltan al cabo de un tiempo en Londres. A ver como te sentirías», comenta un aficionado. El rechazo de los ribereños y en previsión de altercados, los agentes forestales desplazan varios vehículos, incluso seguridad. «Resulta que no tienen dinero para gasolina en la vigilancia cotidiana y ahora no les importa movilizar seis o siete vehículos», afirma otro pescador. El oscurantismo con el que se vienen realizando estas prácticas, aunque a veces se notifiquen a ciertas sociedades de pescadores, contribuye aún mas a generar descontento.