Telediario de las 15,00 h.
Bombazo en un cine de madrid...descubren a un pez sentado en la tercera fila...
Telediario de las 21,00 h...normalidad en el cine se trataba de un meroespectador.

Saludos

Un pescando en un vedado y con varias truchas en una cubeta al lado del agua.
Llega el guarda y le dice:

- He avisado al Seprona... está usted detenido.
- ¿Por qué?
- No ve el cartel? ...y está usted está pescando...
- No estoy pescando. Estas truchas son mis mascotas, las traigo al río para que naden y hagan ejercicio. Luego las silvo, vuelven a la cubeta y marchamos pa` casa.
- Eso me gustaría verlo.
- Ahora lo verá.

...y así, echa las truchas pal río, que salen nadando con velocidad...

- A ver... sílvelas....
- ¿Qué silve a qué?


JAJAJAJA............ ♪ ♫♫ ♪ ♪ ♪ ♫ ♪ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫

Este es muy popular por estas tierras, pero lo suelto:

Juanín era un pescador muy popular, también por sus mentiras al punto de que era conocido por sus exageraciones en las capturas, de tal suerte que le colocaron el mote de “parchís”, ¿por qué?

Joler.. ¡¡ porque mataba una y contaba veinte ¡!

En un bar están charlando dos amigos pescadores, le dice uno al otro: ¡yo soy capaz de agarrar un lucio de 80 kilos!

Buuuff, bueno, hombre! , ¡¡de 80 Kilos!! ¡¡tú deliras!!

¿¿QUÉEE NOO?? A continuación se dirige a una mesa del bar y levanta a un paisano de 80 kilos, de nombre…¡¡Lucio!!

Pedro queda con un amigo para ir de pesca un día, tiene muchas ganas de echar unas varadas en su río favorito y teme que su mujer no le deje y piensa un plan.

Por eso a las 5 de la mañana del día acordado, en la cama le susurra a su mujer, ¡cariño, ¿sexo o pesca? La mujer le responde:

¡Abrígate bien, anda, abrígate bien!

Esta historieta ya la había puesto en otro tema, pero es que cada vez que la leo , lloro como un niño.

La historieta:


-- Supongo que os habrá ocurrido alguna vez pero, por si no ha sido así, trataré de relataros el trance de la mejor forma posible. Llegas al río de madrugada, bajas del coche de un salto y como siempre, mecánicamente, te acercas a ver como viene el agua. Doce segundos son suficientes y sales pitando y mascullando eso de viene el río de puta madre. Hoy hay faena "pa dos orejas y rabo".

Cinco metros te separan del maletero y ya vas con los brazos extendidos como los zombis y dispuesto a abalanzarte sobre los trastos que llevas dentro. Caña, carrete, botas, chaleco, te lo quieres poner todo a un tiempo. A ver si va a pasar como la última vez que, por no darme prisa, se me adelantó una excursión del INSERSO entera y me jodieron mi sitio favorito y medio kilómetro más. Tranqui chaval, te dices, y empiezas el ritual con método. Vadeador, chaleco, caña, carrete y señuelo. Sacadera al hombro, gorrita a la cabeza y raudo como una centella, que se va a pasar la hora.

Te metes en el cauce, haces un lance, dos, tres, cien, mil.....vas avanzando y jurando eso de cagonmimanto y lalecheputa y ya tienes el agua por la cintura. Pues sí que está helada la cabrona y además se le ha sumado, así como de golpe, los nervios de por la noche, la leche fría del desayuno, las carreras por la escalera hacia la cochera y ya, por fin, los baches del puto camino que lleva al río y las prisas en colocarte los achiperres. ¡¡¡¡¡JODEEEEERRRRR......!!!!! cruzas las piernas, aprietas el culo, miras al cielo y......nada macho,¡¡¡QUE TE CAGAS!!!.

Sales a toda prisa pero a pasitos cortos, no vaya a ser que te lo hagas encima. Andas buscando el papel y a la vez un sitio donde agacharte. Nada, que no se donde he puesto los Klinex. Bueno, yo me coloco en faena y luego ya veremos por donde está la celulosa. Te bajas el vadeador y los calzoncillos, te agachas, sujetas los tirantes con los dientes y cuando vas a ponerte en faena se sienten unos pasos y se escuchan unas voces. ¡¡¡Vaya, hombre, resulta que no estás solo!!!. Te incorporas de un brinco y con el vader por los tobillos te alejas de allí como puedes en una especie de ridícula carrerilla a saltos y trompicones. Con los nervios del momento y la desorientación de quien oye, pero no ve, te has dado de bruces con los tres pescadores de los que intentabas zafarte y además uno te conoce. Como la cosa ya no tiene remedio te dices: Educación ante todo y disimulando cuanto puedes, les das a los señores los buenos días, eso sí, con el culo al aire.

Rojo de ira y vergüenza te vuelves a agachar, te relajas y te entregas, ya sin prisa, a la fisiológica tarea. Sólo un pequeño problema; se te olvidó que al abrir la boca, para saludar a los colegas, soltaste los tirantes y estás cagando sobre ellos.

Y como la cosa ya no tiene solución, terminas lo que tenías entre manos y mientras tanto piensas en cómo solucionar el desaguisado cometido con los tirantes. Los restriegas por la hierba, pero extiendes más el tema y lo dejas aún peor. ¡¡¡ Qué leches, te dices, para limpiarlo en condiciones tendré que quitarme el vadeador y agacharme en la orilla del río a lavarlo!!!.

Te sacas el pie derecho y cuando estás tirando con fuerza para sacarte el otro, pierdes el equilibrio, los tirantes que se columpian y van directos a tu cara, te agachas en un acto reflejo, te trompicas, caes de espaldas sobre la cagada, los tirantes aterrizan en el pecho y cuando apoyas la mano en tierra, para levantarte, escuchas un ¡CRAK! muy sospechoso.

¡¡¡Ahora si que la has hecho buena!!!, estás rebozado en mierda y tienes la caña perfectamente jodida. Que ironías tiene la vida. No hace ni media hora estabas pensando en comprarte una multi tramos y ya tienes una gratis. Te incorporas como puedes y no quieres mirar la caña ni de reojo. Una Gary Furcis que te ha costado un riñón, pero sólo mil durillos de los de antes cuando tu señora te preguntó eso de ¿¿¿OTRA CAÑA NUEVA, PEPE???. Te subes los calzoncillos, te quitas chaleco y la camisa y te dispones a hacer la colada, porque ahora no se trata de una manchita de nada, hay ropa pringada como para una lavadora. Sumerges, frotas, sacas, escurres y vuelta a empezar. Así hasta que lo has limpiado todo. Pero notas que aún huele que apesta a tu alrededor. ¡¡¡¡¡ MECAGONLAMADREQUEPARIOATARZÁN!!!!!, con las prisas y los nervios no te has limpiado el culo. ¡¡¡ Pues ya no lavo más!!!, y tiras los gayumbos a tomar por el saco.

¡¡¡ A la mierda la pesca!!!. Te metes en el vadeador, recoges la ropa y el cadaver de la caña y desandas lo andado hasta el coche. Eso sí, por el camino te vuelves a cruzar con los de antes, pero ahora ya en pelotas. Vuelves a saludarles y escuchas, al alejarte de ellos, unas sonoras carcajadas. Abres el maletero, te pones ropa de recambio y andando pa casa.

Ya es de noche cuando llegas. Subes las escaleras, llamas a la puerta y te abre tu señora con el morro barriendo el suelo. Hola cariño, le dices. Y hecha una fiera te contesta eso de: ¡¡¡¡¡ Hola cariño, hola cariño.............!!!!!. ¡¡¡¡¡Claro yo metida todo el día en casa planchando y lavando y tú en el río pasándotelo en grande !!!!. ¿ ?.

Joer, Chana, me lo he imaginado y todo. Yo he tenido un par de apretones en pleno río en toda mi vida, pero tan real como lo que describes, se pasa fatal y uno se siente patéticamente ridículo. Por suerte no he tenido que lamentar ningún desastre "excremental"
Desde entonces, mis jornadas de pesca se inician con una máxima de obligado cumplimiento: de casa se sale desayunado y cagado y si no, no se sale.

Jejeje, saludos

Lo de chana no es un chiste, es todo un ensayo melodramático pescatil. jajajajajajaaj.

Salu2