En León ya llevamos muchos años sin poder pescar a cebo.

Por orden de 18 de octubre de 1994 se establece que queda prohibido el uso del cebo natural en el río Curueño desde su nacimiento hasta el puente de Valdepielago y en todas las aguas que vierten en el, así como en el río Porma desde su nacimiento hasta el limite de las aguas embalsadas del pantano de Vegamián y todas las aguas que vierten en el. A los dos años se aumenta esta prohibición a los ríos Esla y Yuso desde su nacimiento hasta las aguas embalsadas en el pantano de Riaño y todas las aguas que afluyen a estos ríos. Luego la prohibición alcanza prácticamente a todos los ríos…río Grande desde su nacimiento hasta el limite con Palencia y todas las aguas que afluyen en este tramo, río Bernesga desde su nacimiento hasta su unión con el río Camplongo, incluidodo este y todas las aguas que afluyan a ellos, río Torio hasta las Hoces de Vegacervera, río Cea desde su nacimiento hasta el puente de Valderrueda y todas la aguas que afluyen a este río, río Eria desde su nacimiento hasta el limite inferior del coto de Manzaneda y todas las aguas que afluyen a el, río Selmo y Omaña en toda su totalidad y todas las aguas que afluyen a ellos. Luego a partir del 1 de julio se prohíbe en todos lo ríos menos algunos tramos medio-bajos de los regulados y a partir del 31 de agosto en ningún río.

 Si sumamos esto a los cotos donde esta prohibido el cebo, los tramos libres sin muerte y los escenarios deportivos sociales estaríamos hablando de que en solo una provincia hay más de 1.000 km. de ríos trucheros en los que desde hace más de una década no se pesca a cebo  y si a otras modalidades.

Algo a significar es que esta cantidad enorme de km de aguas trucheras son las mejores con mucho de nuestros ríos, son los tramos medios y altos de los ríos, ríos de alta montaña con unas garantías aparentes de ser óptimos para la conservación y reproducción de salmónidos, parajes por otra parte agrestes y maravillosos. Pero sin embargo la población de truchas ha disminuido de forma alarmante, en tamaño y cantidad.

Cuando empezaron con las prohibiciones del cebo todos pensamos, digo todos por que la mayoría pescaba a cebo, cucharilla y a la leonesa, que a lo mejor era bueno quitar presión a esas zonas más fácil de conservar pero pasado el tiempo hemos visto que el sacrificio no fue en beneficio de los peces.

Aquí no se le puede echar la culpa al cebo…que pena verdad que peso nos quitábamos de encima.

Este si es un estudio natural, comprobable y científico donde se demuestra que los señores pescadores de cebo no son los culpables de nada.

Si todos sabemos cuales son los verdaderos males de los ríos por que no actuamos por que no abogamos por la inversión en la recuperación del habita fluvial, del respeto por el mediambiente y de la protección de los ecosistemas acuáticos. La "casita de los peces" es lo importante, sin río no hay nada y nada valdria si solo tuviese truchas. No todo es pescar.

Nos vemos en el río.

Saludos