Un artículo de Narcís Prat, profesor de la Universidad de Barcelona.

(Publicado en diversos medios).

El gráfico de la cantidad de agua que un río lleva a lo largo del año, expresado como el promedio diario en m3/s se asemeja al de un electrocardiograma que indica los latidos de un corazón. A diferencia del corazón humano (de latir rítmico y constante), los ríos laten de forma irregular y con más o menos intensidad según las estaciones del año. Este latido es además diferente según el tipo de río. Desde el latido profundo del Amazonas que por seis meses sube de nivel y por otras seis baja, hasta el latido casi imperceptible de los ríos que surgen de fuentes con caudal constante como la fuente de la eterna juventud que buscaba Ponce de León. En España muchos ríos tienen un régimen de tipo mediterráneo, con un latido intenso en una época y casi imperceptible en otra. El latido natural de los ríos es la esencia de su personalidad, cada río tiene su latido propio y cambiarlo significa cambiar su personalidad, es decir modificar totalmente su flora y fauna.

El latido natural de los ríos ha sido cambiado recientemente por el hombre con la construcción de embalses y el uso del agua intensivo del agua. La regulación de los ríos por los embalses ha variado tanto la magnitud del latido como su pulso.

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Así es, a los ríos les acechan muchos peligros, aquí en este artículo enumerados, al cambiar el ritmo natural de sus “latidos”, han modificado sus estiajes y sus avenidas, sus aguas sucias llenas de purines……¿Cuántas agresiones sufren? Es algo frágil y cualquier medida que no siga a su forma de comportamiento, le altera y enferma.

Es triste notar con esta antelación esos efectos, que algún día llegarán a los nuestros……entonces sí nos apretará donde más duele, ¿pero que hemos hecho para remediarlo?, ¿tenemos tiempo para llevar a cabo una política diferente?- SI- no concediendo tanta mini central, no ensuciando, respetando el caudal ecológico, no permitiendo que actúen en él también aves de otros habitad, que al igual que legión de aves de rapiña o de cuervos acuden al lecho del río, malogrando sus poblaciones; antes vivo ahora moribundo y que a pesar de los años en declive, no remonta hacia arriba y sus poblaciones de año en año decaen.

Esos caudales exagerados en verano y pobres en invierno del que mucho se ha escrito y para muestra este artículo de D. Jose Carlos Pena, ilustre biólogo:

Influencia de las variaciones de caudal, sobre la trucha común.

http://www.riosconvida.es/paginas/articulos/revista/caudal_truchas.htm

Otros artículos, de hace años ya indicaban:

¿El Esla se muere?; o este otro:

El Orbigo recupera su población, pero el Esla se muere.

http://www.diariodeleon.es/noticias/deportes/el-orbigo-recupera-su-poblacion-truchera-pero-esla-se-muere_245627.html

Tenemos la espada de Damocles, justo encima de nosotros a punto de provocar el final; y efectivamente LLAMA LA ATENCIÓN, del porque no se toman las medidas necesarias, porque ese mutismo sobre lo que se hace y se encamina a mejorar esas condiciones, quizás la suerte ya esté echada y nos daremos cuenta cuando, algunos tengan más dinero, pero los ríos menos truchas………