Mucho me agrada, el saber a través de Varo y de Chiflu, esas impresiones que nos trasmiten su apertura en el Esla en un post que en pescaleón se habla sobre la  Crisis piscícola en los cauces.

No solo porque el Esla es el río de mis últimos años, me dio muchas capturas y ya no me he vuelto a separar, siempre fui correspondido, aunque después me desanimé, en poco tiempo todo se complicó y un descenso vertiginoso en sus poblaciones, por seguramente causas que están en la mente de todos.

Está bastante cerca ya que se puede pescar de Mansilla para arriba y quizás mas cerca si nos vamos de este punto para abajo hasta la confluencia con el Porma en el coto de Marne.

No por eso me olvido de otros ríos señeros como el Curueño, Torío, Bernesga,  Luna y Omaña, pero mis pocas salidas suelo hacerlas a ese cauce y esporádicamente al Orbigo.

Hay ríos para todos los pescadores, la temporada es larga y todo llegará, seguramente y lo recuerdo con cariño y nostalgia, cuando con la misma cuerda de mosca ahogada pescabas sin complicaciones todo el mes desde la apertura de Marzo a finales de Abril donde solo cambiabas algunas moscas en la época de la “sarnosa” y ya comenzábamos a poner además el famoso 300, y algún carne suave.

Pasadas estas fechas y ya en Mayo sufríamos alguna riada de las lluvias abrileñas que seguían algunos años en más de una semana de  este mes.

Era época de transición, siempre se ha dicho y era así, comenzábamos a montar en nuestras cuerdas las moscas de entretiempo, la crema con costeras, el verde mar, el rosa palo y llegaba el caramelo, el oro viejo que en tantas jornadas buenas nos alegraba el día.

Así discurría la temporada y cada uno se iba a practicar este bello deporte a su río preferido, de aquella yo no salía del Porma, Villanueva del Condado, Vegas y hasta Cerezales cuando este coto no existía, buenas piernas y no me cansaba mientras pescara (solo se cansa uno cuando no pican) y las muchas horas en el río entonces te hacen mella.

Ahora prácticamente vivo esos recuerdos de toda una vida, como si fuese ayer, pero ese ayer está muy lejos y se acercan mis 50 años de vivencias, de conocimientos y de prácticas en nuestros ríos.

Todo ha cambiado, muchos pescadores, menos truchas y según mi criterio personal muchas posturas raras que no parecen del tiempo, muchos hilos llamados ahora míticos ya no son lo que fueron, dicen que el cambio climático……no sé algo pasa, pero deseo y creo que esta situación será provisional creo en la regeneración de los ríos y creo en los pescadores que procuran mantener esas poblaciones por propio convencimiento, sin ninguna Ley que lo indique y obligue como la que se espera en Castilla y León para el año que viene.

Conservar nuestro tesoro es una obligación, respetemos todo,  pero egoístamente, lo que nos deleita, lo que nos hace olvidar los momentos aciagos, y lo que nos recarga las pilas para una próxima semana de trabajo con la mente puesta en el fin de Semana.

Hoy mi tiempo ha pasado y el de los amigos que compartimos tantas jornadas de alegrías.

El tiempo es un reloj que no se para y cuando comenzó esta afición que os relato tenía 24 años hoy 73, mis amigos mayores que yo, nos apena y lo comentamos –no podemos seguir- hay que dejar paso y con cautela y sin darnos cuenta dejar esta práctica,  pero no olvidarla, es imposible, vienen a mis recuerdos los Libros del Dr. Pariente, en el último 50 años de historia a la orilla del río dejó sus vivencias y enseñanzas.

En él nos damos cuenta del cambio que ha ocurrido…..pero así y todo este deporte procuraremos desde donde estemos que tenga futuro, aunque algunos ya no estaremos acompañándoos.

Pero así y todo este año algunas jornadas en el Esla, me alegrarán lo poco que me queda para dar por finalizado mi recorrido.

Saludos amigos.