Javier: Me alegro de coincidir en la mayor parte, si me he tenido que dedicar a observar detalles, que pasan desapercibidos si no te pasas un buen rato analizándolos.

Ya metidos en Riaño y con los recuerdos y la nostalgia, me animo a colocar esta fotografía tan conocida, donde observamos el pueblo, la campiña donde estaba el camping, debajo del Pico Gilbo y el Cueto Cabrón, mas a la derecha las Pintas y el Llerenes, y un poco más pasando el río, la canal de ascenso (Tendeña), al lado de cueto Nebloso, por ella subíamos al Yordas facilmente, antes de inundar el valle y ya bien cerquita al lado mismo Bachende con su puente en angulo recto por ambos lados donde comenzaba el famoso coto de pesca.

Varias veces acampe con mi mujer y mis hijos en el Camping -libre por cierto- que bañaba el río Yuso y otras veces para el otro río el Esla al lado del antiguo campamento en la margen derecha y en el camino hacia el Yordas ( ahí esta sacada esta foto de mi casita (mi hotel, no había para mas, y además me gustaba por nosotros y por los críos) y parte de mi familia , que días inolvidables en contacto con el río y la naturaleza.

Que puedo decir, de lo que perdí particularmente, lo que perdimos todos,  ríos de pesca abundante cualquiera de los dos, daba igual a pluma que a cebo.....una maravilla, que nos dejó llenos de recuerdos con sus paisajes con sus truchas.
¡ Qué injusticia Dios mío ! ¡ Qué pena !

50 años. Casi nada.

Ya los quisieran muchos de haber bebido de la fuente de todas esas experiencias que tu llevas a tus espaldas. Pero no las mires como una carga si no como un acompañante que te abre esos buenos recuerdos que dulcifican las canas.

Esos recuerdos que nos vienen con añoranza y morriña, de aquellos momentos que hechamos de menos, pero ten en cuenta que aunque buenos no son mejores que los presentes o los que están por llegar. Dentro de poco tiempo, los de hoy serán otros más, que unidos a los pasados nos hacen sentir tan bien como por los ahora vividos.

Sientete orgulloso por que has tenido el privilegio de ser pescador. De beber el aire de la naturaleza y de respirar el olor del agua del río que guarda y esconde ese tesoro que envuelve con sus gotas abrazadas entre si, las escamas plateadas de un simple pez.
No mires esos años como algo que no volverá por que no se han ido, sino que están ahí dandote ese titulo que no muchos alcanzan y que otros pescadores del camino deseamos alcanzar algún día.

Has llegado con esos 50 años a alcanzar el doctorado de pescador, ecologista y lo mejor, como persona.
Tú sí has sabido leer el mensaje que el río nos transmite y como buen maestro aquí te tenemos para intertar ser, buenos y merecedores alumnos.

La naturaleza. La pesca. El río... Transmiten energía hacia nosotros que los que así lo sentimos. Nos dirigimos hacia ella por una atracción que nos hace amar todo lo que lo rodea pero solo los años, los que tu bien empleados llevas junto al río, son los que te dan ese saber agridulce, del titulo de doctor y maestro.

Camino aún queda Venancio, por lo que ahora en el nivel que tú te encuentras y que está por encima de muchos de nosotros. Has encauzado todo lo que has vivido y aprendido no solo para tí, sino que como un buen amigo ahora tú nos lo enseñas a nosotros.

Felicidades por haber alcanzado todo lo que la vida te ha dado y GRACIAS por estar aquí.

Gracias a tí Venancio.

Yo tengo 49 años, menos de los que tu bien has llevado por el río.Bien sabes que cada uno debe recorrer su camino, pero nadie dice que se debe recorrer solo.

Te contaré un secreto que hoy queda abierto a todos.
Desde que mi padre ya no está, la primera trucha de la temporada se la dedico siempre a él, pues fue él quién me dió a conocer esta pasión que hoy siento por la pesca. Esta pasión que siento por el río dentro y fuera de él.

Lo que quiero decirte, es que mi padre fue mi maestro de inicio, con el que aprendí a ver, leer y estudiar el río y con el tiempo yo he ido aprendiendo muchas más cosas. Pero... de que nos vale si "mañana" no tenemos a nadie a quién mostrar el camino aprendido.

Tú desde aquí nos abres las puertas de lo que llevas aprendido dentro y dejas las semillas de tus conocimientos en nosotros, alumnos que quizás,solo quizás algún día seremos capaces de ser maestros y tener a otros a quién enseñar y compartir el camino.

Haber si este verano cuando pase por León para hacerme socio de Pescaleón, podemos conocernos y ese abrazo nos lo damos en persona.

Será un placer pucelano.
Mi hijo mayor ya hace este año 47, y ya pescaba bien y hacía buenas moscas pero el destino y el trabajo le han embarcado en un transporte internacional, y ahora no tiene tiempo para sus aficiones, espero sin duda que el dia de mañana mis hilos sobretodo y mis telares de pesca le recuerden inevitablemente a quien se los dejó.
Y le deseo que pesque tantas como yo en ese recorrido de los ríos durante tanto tiempo, aunque si no cambian las cosas esto último será dificil por lo que todos sabemos.