Pescadores a la espera
La pesca deportiva fluvial entra en la segunda fase de la desescalada marcada por el gobierno, por lo que se podría regresar a los ríos el próximo 26 de mayo
R. Prado ♦ León
La pesca deportiva iniciará su actividad a partir del 26 de mayo, dentro de la fase dos del plan de disminución de la pandemia, dentro de la provincia de residencia y siempre que la situación, en términos de contagios, lo permita en cada una de las Comunidades Autónomas.
Impacientes por que llegue ese momento y se abra la veda. Esta afición, que los pescadores poseemos anclada en lo más hondo de nuestro ser, nos hace pensar en ese día, en ese instante de iniciar la salida a cualquiera de nuestros ríos preferidos y que los leoneses, por suerte, tenemos tan cerca, volveremos pronto a caminar por sus senderos y contemplar esos bellos paisajes que tanto hemos echado de menos en este período ya muy duro de confinamiento.
Cada vez son menos, aunque se hacen largos, los días que nos quedan para embocar ese sendero que huele a verde, a primavera y a libertad. Volveremos a encontrarnos con ese río generoso que está siempre ahí esperándonos, como ese amigo entrañable que hace un tiempo que no vemos. Ya estamos inquietos pensando en esa trucha salvaje que coge nuestro engaño y la sientes al otro lado del hilo, la adrenalina corre y los sentimientos fluyen, son instantes, son imágenes, es la magia de la pesca que te llena de emociones. Volveremos a vivir la pesca, volveremos a soñar.
Esta temporada se nos presenta muy incierta y los pescadores estamos impacientes, pero esperanzados de que todo empiece bien y sin grandes novedades por que la corriente del río, a pesar de todo, sigue su camino sin parar. Este virus nos acompañará, seguramente, durante un largo tiempo, pero si es con pesca siempre será más llevadero.
Volveremos a encontrarnos con nuestro río preferido. Conocemos bien sus corrientes y pozos, su música arrulladora y su vegetación de ribera, que ahora, a buen seguro, se nos presentará con su nuevo traje de primavera, muy verde y floreado. Estamos impacientes y preparados, cañas dispuestas, carretes engrasados, nuestras cajas rellenas de moscas y mucha ilusión.
Son varios los colectivos de pescadores que a nivel regional y nacional han solicitado la pronta apertura de la práctica de la pesca recreativa y deportiva, ya que se encuentra en la clase de actividad más seguras y sin riesgo, como el caminar o hacer deporte, que pueden realizarse en solitario o como máximo dos personas manteniendo la distancia de seguridad. Pero, a pesar de las peticiones solicitadas a los organismos oficiales, la apertura de la pesca deportiva ha sido relegada a la segunda fase del descenso o sea que no se podrá pescar hasta el día veinticinco de mayo y siempre dentro de la provincia. Bien sabemos que el desafío es real, pero la actividad que conlleva la pesca fluvial no creemos que sea de más riesgo que las comprendidas en la fase uno. Esperemos que todo este esfuerzo sea recompensado y más pronto que tarde venzamos entre todos al Covid-19.
La Ley 9/2013, de diciembre, de pesca de Castilla y León, en su artículo 51, de los procedimientos y medios de pesca, prevé en su apartado 3º que la distancia mínima entre pescadores, que solo será exigible cuando uno de ellos lo requiera y reconociendo la preferencia a quien primero haya accedido al lugar de pesca, será de treinta metros en aguas trucheras y de diez metros en aguas no trucheras. Y aparte, se requiere necesariamente de una distancia entre los pescadores, ya que la acción de la pesca debe necesariamente ser ejercitada de manera distanciada para respetar la autonomía y la acción de la pesca de cada pescador. Con esta premisa, podemos confirmar con certeza que la práctica de la pesca deportiva y recreativa evita cualquier forma de posible contagio por proximidad. También los desplazamientos entre el domicilio y los lugares de pesca pueden ser efectuados individualmente con los propios medios. Si un pescador fuese parado por un control de las fuerzas del orden, podría acreditar ese desplazamiento.
Pero como todas estas circunstancias no se han tenido en cuenta, seguramente por considerar la pesca como una actividad de ocio y no como deportiva, aun nos quedan muchos días de espera para que se abra la temporada en nuestra Comunidad Autónoma y por consiguiente en León. Esperamos que esta medida sea la correcta, dentro del mundo de la pesca hay distintas opiniones y el desconcierto informativo oficial durante esta crisis no ayuda nada a la tranquilidad. A falta de certezas, cualquier pronóstico que se haga sobre la evolución de la epidemia durante estas cuatro fases, o incluso después de ellas, es muy aventurada y nadie tiene una solución que no pase por encontrar la vacuna adecuada. Por lo tanto, solo cabe hacer las cosas bien y esperar acontecimientos.
Es muy largo el camino en la vida, pero el buen pescador no se rinde jamás, hace un alto en el camino para descansar porque sabe que su destino es avanzar. El reanimo, para el pescador, es pescar.